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La acreditación de un programa educativo es el reconocimiento público de su calidad, es decir, constituye la garantía de que dicho programa cumple con determinado conjunto de estándares de calidad.
La acreditación de programas educativos es práctica usual y consolidada en diversos países. En México, las funciones de acreditación has sido desempeñadas por el poder público (Congreso de la Unión, congresos estatales y poderes ejecutivo federal y estatales) y por las instituciones educativas que han recibidos de los poderes legislativos el título de autónomas. El estado otorga a las instituciones privadas la autorización de impartir servicios educativos de diverso tipo y ha sido aval de la calidad de dichos servicios.
En otros países, como Estados Unidos y Canadá, la acreditación de programas está a cargo de organismos privados constituidos con l representación de los sectores interesados. Si bien el esquema de acreditación gubernamental que ha seguido en México pudo haber sido adecuado en el momento de su establecimiento, es indudable que la expansión de nuestro sistema educativo y su creciente complejidad, han hecho necesario establecer un sistema de acreditación y los criterios básicos de validez y confiabilidad que le son inherentes.
También por razones derivadas de modernización económica de nuestro país, una de las opciones para mejorar la calidad de la educación superior la constituyen el establecimiento de sistemas de acreditación de programas de diferentes disciplinas. Además, la globalización de la economía y los acuerdos sobre transferencia de servicios, derivados de la formación de ingenieros, lo que permite producir profesionales de esta especialidad más competitivos.
En los Estados Unidos el organismo responsable de la acreditación es el Accreditation Board for Engineering and Technology (ABET) , establecido en 1932 y con reconocimiento en todo el pías bajo un esquema de adopción voluntaria. En Canadá el Canadin Accreditation Engineering Board (CEAB) se estableció en 1965 par la acreditación de programas de ingeniería, con una estructura, procedimeintos y metodología análogas a los de ABET.
En ambos países la acreditación tiene gran importancia ya que constituye por una parte el reconocimiento de la calidad de los programas de ingeniería, y por otra uno de los requisitos par el otorgamiento de la licencia como ingeniero profesional; sin embargo cabe aclarar que la acreditación no es indispensable, ya que, un ingeniero egresado de un programa no acreditado puede obtener la misma licencia si cumple con los requisitos establecidos para ello.
También los programas acreditados tiene más facilidades par obtener apoyos financieros de organismos oficiales.
Ninguno de los dos organismos, ABET y CEAB, pueden hacer acreditaciones fuera de su respectivo país.
En México la acreditación fue señalada como una de las funciones de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), en el documento publicado en 1991 por la Coordinación Nacional de Planeación para la Educación Superior (CONAEVA) bajo el título "Estrategia para la Integración y Funcionamiento de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior" (Comités de Pares). En la página 13 de este documento se señala como una de las funciones de los Comités: "acreditación" como el reconocimiento que puede otorgarse a unidades académicas o programas específicos, en la medida que satisfagan criterios y estándares de calidad, convencionalmente establecidos.
Esta función de desempeñarla los Comités junto con las otras tareas que en esa misma ocasión se le encomendaron: la evaluación diagnóstica de los mismos progrmas: la asesoría a instituciones de educacion superior, y la dictaminación puntual sobre programas o proyectos específicos de estas instituciones.
Antes de los años noventa las diferentes instituciones formadoras de ingenieros, agrupados en La Asociación Nacional de Facultades de Escuelas de ingeniería (ANFEI), manifestaron en los diferentes congresos organizados por esta institución, su interés por los procesos de evaluación académica. En esas épocas los conceptos diferían en contenido pero coincidían en el ánimo de superación académica y en la mejora de los programas de enseñanza de la ingeniería.
Posteriormente en las reuniones de Acapulco 19990, Tuxtla Gutiérrez en 1991, y en la Ciudad ed Madero en 1992, fueron incluidos como temas principales la evaluación y l acreditación, enmarcándose también en el ámbito internacional.
Lo anteriormente señalado se constituyó en el fundamento para que la ANFEI en su Asamblea General de los Directores de Facultades y Escuelas de ingeniería, reunida en la Ciudad de Cholula Puebla, el veintinueve de mayo de mil novecientos noventa y tres, acordara proponer la creación y operación de un sistema de acreditación en el que participaran activamente los colegios y asociaciones de ingeniería conjuntamente con los CIEES.
A continuación se transcribe el texto de la declaración.
"Considerando la importancia que tiene el alcanzar niveles de excelencia en la preparación de los egresados de las escuelas y facultades de ingeniería en México que puedan competir con éxito en la nueva economía global, la Asamblea General de la Asociación Nacional de Facultades y Escuela de Ingeniería, propone la creación de un Sistema Mexicano de Acreditación de Programas de Ingeniería, que identifique cuáles programas de ingeniería cumplen con los criterios mínimos de calidad tal que coadyude y promueva la mejora continua de la educación de la ingeniería en beneficio de la sociedad en general. Este sistema deberá buscar el reconocimiento mutuo de programas similares en otros países con los que se tendrá una gran interacción de profesionistas como, por ejemplo, los Estados Unidos de América y Canadá.
Se propone que en la creación y operación de este Sistema de Acreditación participen activamente los colegios y asociaciones de profesionales de las diferentes áreas de la Ingeniería conjuntamente con los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior y la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería, y sean estos organismos quienes conjuntamente definan los criterios mínimos a cumplir para cada programa, a fin de ser acreditado, así como las prácticas operativas del propio Sistema Nacional de Acreditación, utilizando para ello la experiencia adquirida por sistemas de acreditación existente en otros países".
En el marco de los acuerdos del TLCAN sobre servicios profesionales, los representantes de los gremios y asociaciones profesionales de los tres países encabezados en el caso de México por el Colegio de Ingenieros Civiles de México y la respectiva Federación, realizaron una serie de reuniones para avanzar en el conocimiento de los aspectos, que en su momento les permitieron llegar a acuerdos sobre las bases para un reconocimiento mutuo de las licencias o autorizaciones que otorga cada país para el ejercicio profesional de ingenieros. Uno de los aspectos más importantes de este proceso lo constituye la acreditación de programas.
En la reunión de este grupo de los tres países celebrada en junio en Austin Texas, se firmó un memorandum de entendimiento para apoyar el establecimiento de un sistema de acreditación en México que pudiera ser sustancialmente equivalente al de Estados Unidos y al de Canadá, y el cual sería promovido por los CIEES.
El texto del memorandum es el siguiente:
The engineering representatives of Canadá, México, and the United States, meeting June 11-12, 1993, in the City of Austin, Texas. To develop procedures and standars for the mutual recognition of registered professional engineers, in order to facilitate mobility in accordance with the obligations to be requied upon ratification of the North América Free Trade Agreement unanimously adop the following declaration:
Whereas it is recognized that formal universitu-level engineering education plays a central role in acquiring the righ to practice professional engineering; and
Whereas the level of excellence in preparing graduates from schools of engineering and the quality of the engineering education itself are both vitally important contributions to the determination of competence, the ability of engineering to provide covered service, and to serve the public; and
Whereas the United States and Canadá have effective system to accredit and monitos engineering educational programs and to assure the quality of those programs; and
Whereas the United States and Canadá had a long standing agreement that recognizes each other´s accreditation system as substantially equivalent.
Now therefore, it is the declaration of the representatives that they do encourage and support the development of the Mexican system of accreditation engineering educational programs as proposed by the Committe on Engineering and Technology of the Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior, urge the cooperation of various Asociaciones in this activity, and pledge mutual cooperation and assistance in the continuing development and implementation of the Mexican system of accreditation, to the end that:
The Mexican system of accreditation may be brought to the level of development so it may be recognized as substantially equivalent to those of Canadá and the United States, thereby enhancing the ability to provide engineering service in the respective countries. Accepted and witnessed by the parties as evidence by their signatures this 12th. day of june, 1993 in the Austin Texas, USA.
El Secretariado Conjunto de la CONPES consideró que los avances logrados en el trabajo de los Comités, particularmente en el campo de la evaluación diagnóstica, constituían una base adecuada para fundamentar la constitución de un sistema de ingeniería de acreditación de programas académicos es el nivel superior, por lo que con base en los elementos señalados en los incisos anteriores propuso el establecimiento de un sistema de acreditación para México que tomara en cuenta lo siguiente:
Es así como, en agosto de 1993 el Secretariado Conjunto de la Comisión Nacional de la Evaluación de la Educación Superior (CONAEVA), constituido por el Subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica, el Subsecretario de Educación e Investigación Tecnológicas, el Director General del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Secretario de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), dieron instrucciones a la Coordinación General de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), para que pusiera en marcha una instancia colegiada con personalidad jurídica, que tuviese a su cargo la acreditación de programas académicos de nivel superior en el área de ingeniería, con la participación de los colegios más importantes en este campo profesional, la propia ANUIES y otras asociaciones que representan a instituciones de educación superior, y la Dirección General de Profesiones.
El seis de julio de 1994 quedó formalmente constituido el "Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería, A.C.". (CACEI), como una asociación civil cuyo órgano máximo de gobierno lo constituye su Asamblea de Asociados, en la cual participan los colegios, asociaciones y el organismo federal, ya señalados, así como el sector productivo a través de las cámaras correspondientes.
El CACEI es la primera instancia de este género que se constituye en nuestro país y desempeña una función de gran trascendencia, pues impulsa la elevación de la calidad en la enseñanza de la ingeniería y proporciona un servicio de gran valor a las propias instituciones educativas, a los estudiantes y a los aspirantes a estudiar esta profesión, y a los empleadores, informando de manera clara y oportuna acerca de lo que pueden esperar de los más de 900 programas que en esta área ofrece actualmente nuestro sistema de educación superior.
Como comentarios adicionales sobre la acreditación, el CACEI y sus funciones, se tienen:
Finalmente se debe recalcar que la acreditación de programas académicos de nivel superior debe ser periódica y constituirse un servicio de gran valor para los estudiantes, para las instituciones de educación superior, para la sociedad en general (sector profesional, empleadores, organismos financieros) y para el gobierno. Por otra parte, la acreditación de los programas académicos a nivel superior que libremente lo soliciten repercutirá en la elevación de la calidad educativa.